Alejandriita y Lauriita

En plena crisis financiera, es inevitable mirar con recelo a los productos de maquillaje más caros. Pero renunciar a ellos no implica que dejes de lucir estupenda… ¡basta con ser creativa!

 9 tipos de consejos para ahorrar:

1.Existen productos de toda la vida, como la vaselina o el aceite infantil, que son tan buenos o mejores que las lociones más caras. Además, sirven también como desmaquillante y nutriente.

2.Seguro que has ido metiendo en una caja o bolsa docenas de muestras de maquillaje, pintalabios a medio usar, botellas de desmaquillante casi llenas… Descubre que puedes ahorrarte mucho dinero echando mano de este «botín».

3.No se trata sólo de ahorrar dejando de tomar esos combinados tan caros. El alcohol deshidrata tu piel, de modo que al dejar las copas tu piel recupera su tersura e hidratación, a la vez que se reducen las ojeras.

4.Durante el sueño se regeneran las células y tejidos, haciendo que la piel recupere su aspecto óptimo. Asegúrate de que duermes lo suficiente y despídete de las ojeras y el mal humor.

5.Masajistas, peluqueros, pedicuras… Estos especialistas practican en academias y escuelas, a las que puedes acudir para recibir estos tratamientos a bajo precio, ¡o incluso gratis! Tardan más que los profesionales, pero los resultados son igual de buenos.

6.Te compras las cremas más caras porque quieres ser como las celebrities, pero ¿sabías que las famosas también usan productos baratos? Helena Christensen, Erin O’Connor o Jennifer Lopez recurren a cremas de Weleda o lociones de coco a precios populares.

7.Las sombras y ojeras pueden provenir por falta de sueño, beber demasiado o pasar mucho tiempo ante el ordenador. Reduce al mínimo estos factores y usa un corrector.

8.Crea tus propias lociones y cremas en casa, sin salir de la cocina. Puedes crear un exfoliante mezclando avena y miel. Limpia tu piel con un baño de vapor (incluye una bolsita de té de camomila). También puedes hacer una máscara facial con aguacate, plátano, zumo de limón y aceite de oliva.

9.Olvídate de los polvos y coloretes excesivos y reduce tu maquillaje a lo esencial: una base suave, un poco de máscara facial y un toque de gloss para los labios. Tendrás un aspecto más fresco y natural con el mínimo gasto.